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sábado, 28 de marzo de 2015

Vuelve el bulo de Paul McCartney muerto, en versión Wikileaks

Un periódico mexicano recoge un supuesto cable que certifica que el beatle murió en un accidente de coche en 1966

La organización de Julian Assange desmiente en Twitter la información

La fuente era una noticia publicada hace tres años el Día de los Inocentes en una web española

Esta leyenda urbana se alimenta desde hace medio siglo

verne.elpais.com/2015/03/27

Portada de la revista 'Life' donde se cuenta la leyenda urbana
Portada de la revista 'Life' donde se cuenta la leyenda urbana

"Gracias a Wikileaks se ha dado a conocer el cable que va a cambiar para siempre la historia del rock". Paul McCartney murió en un accidente de coche en 1966 y fue sustituido por un doble. Por penúltima vez regresa la leyenda urbana. En esta ocasión ha sido el periódico mexicano Excelsior el que ha reavivado la teoría con lo que consideran el argumento de autoridad definitivo: lo dice la organización de Julian Assange. Un día después de la publicación de esta supuesta exclusiva, Wikileaks la ha desmentido en su cuenta de Twitter. La única fuente que se cita en el texto, la web especializada Music News Television también ha aclarado en su perfil que el diario se ha hecho eco de una noticia que publicaron el Día de los Inocentes hace tres años.
There's a wildly popular story going around that we recently published documents showing that Paul McCartney died in 1966. We didn't.
"Un documento secreto de la policía británica, Scotland Yard, de 1966 confirma la muerte del beatle Paul McCartney. Se trata de un acta de defunción fechada el 9 de noviembre de 1966, donde el notario Edward Wallance y el jefe de policía de la época, Jills Templeton, dan fe del trágico acontecimiento. Se detalla que la muerte es debida a un accidente de coche en el que McCartney es arrollado por un camión en el cruce entre las calles de Abbey Road y Belsize Road, en el norte de Londres".
El diario reproduce este informe en el que se supone que se detallan nuevos datos sobre la muerte del beatle sin mencionar la fuente, solo hace referencia a que el portal de noticias Music News Televisión se ha intentado poner en contacto con Ringo Starr para confirmar la información. "De momento no ha trascendido más información. Music News Television, por medio de su corresponsalía en Londres, ha intentado hablar con Ringo Starr, único miembro (ahora con propiedad) que queda con vida de The Beatles. Sin embargo el batería del grupo más famoso de todos los tiempos ha declinado a hacer declaraciones". Por el momento no se puede acceder a esta web por el volumen de visitas que está recibiendo desde que apareciera la exclusiva.
"Me gustaría ver qué decían estos papeles", cuenta a Verne, Héctor Sánchez, periodista y autor de Paul ha muerto (Errata Naturae), un libro dedicado a las mejores leyendas del rock, incluida la del beatle. El escritor investigó todas las teorías que desde hace casi medio siglo alimentan este rumor. En esta ocasión, el supuesto cable recogería las primeras declaraciones de John Lennon a la BBC horas después del accidente: "Lamenta 'profundamente' la muerte de su compañero de grupo y amigo al mismo tiempo anuncia que The Beatles seguirán con su carrera discográfica a pesar de que tendrán que 'replantearse el seguir dando conciertos'. Estas declaraciones fueron archivadas en la cadena por orden del manager de la banda Brian Epstein. Jamás salieron en antena".
El resto de los detalles que aparecen en la noticia son ya conocidos: "George Martin, productor de los cuatro de Liverpool, propuso un sustituto rápidamente ya que se encontraban en mitad de las sesiones de grabación del Sgt Peppers. Aunque fue Ringo Starr, según recoge el cable, quien sugirió al resto de miembros de la banda que dieran una serie de pistas en los futuros discos del grupo “como homenaje a Paul".

La leyenda urbana más longeva del rock

Héctor Sánchez recuerda que todo se supone que comenzó una noche de lluvia de mediados de los sesenta. "Un caballero como McCartney no podía permitir ver cómo una chica caminaba por la calle empapada a las 5 de la madrugada. Se ofreció a recogerla, ella aceptó y subió al vehículo. Al principio, la chica no reconoció a su salvador, pero cuando fue consciente de quién era el hombre que sujetaba el volante, se puso histérica y comenzó a abrazarle. Entonces, el bajista perdió el control del automóvil, se saltó un semáforo y se empotró contra un muro. El coche comenzó a ser devorado por las llamas después de una explosión y el Beatle acabó decapitado, sin dientes y sin pelo. Completamente irreconocible. Paul había muerto", escribió antes de la publicación del libro en la revista especializada Efe Eme.
El rumor comenzó el 12 de octubre, cuando un estudiante de la universidad de Michigan que se identificó como Tom anunció en la radio local la muerte del artista. No solo dio la noticia, además le sugirió al DJ que reprodujera la canciónRevolution 9 al revés. El presentador creyó entender: "Turn me on, dead man". (Excítame, hombre muerto). Dos días después, el suceso saltaba a la prensa local. No hizo falta internet, la leyenda comenzaba a difundirse través de los medios tradicionales.
"El siguiente detalle que se conoció fue el concurso de imitadores que Brian Epstein, mánager de The Beatles, convocó para encontrar al sustituto", relata Sánchez. "El ganador fue William Campbell, un policía canadiense que se parecía bastante a Paul, pero que tuvo que someterse a varias cirugías estéticas". Otras teorías apuntan a que se trataba de un bajista canadiense Billy Shears que también se parecía al músico. "Hay muchas webs dedicadas a estudiar este caso, es un pasatiempo muy divertido", opina el escritor. "En algunas, doctores estudian la evolución de los rasgos físicos, en otras los cambios en la voz". Parece no importar que el propio McCartney desmintiera la noticia de su muerte y que su excompañero John Lennon también saliera al paso diciendo que era imposible que el músico pudiera hacer algo sin que el resto del mundo se enterara. Excelsior reproduce un entrecomillado en esta línea: "La rumorología ‘beatle’, que ha inundado tantas y tantas páginas de Internet y artículos de prensa, así como los grupos de Facebook que alegan que Paul McCartney es en realidad una señora, parecían estar en lo cierto. En los próximos días se esperan revelar más detalles del cable".
Esa rumorología, como apunta Sánchez, se supone que ha estado alimentada por los propios componentes de la banda. "Muchos creen que han ido dejando pistas en las portadas de sus discos y en las letras de las canciones", especifica. Estos son algunos ejemplos que han predispuesto a unos cuantos a creer en esta leyenda urbana.
- Entre las canciones que más pistas han dado está How do you sleep de John Lennon: "Quizá esos locos tenían razón cuando dijeron que habías muerto", dice la letra. "Hay que tener en cuenta que la relación entre ambos no era la mejor después de que Lennon dejara la banda", apunta Sánchez.
- La portada de Abbey Road: el entierro de Paul
Hecho con
DESCUBRA MÁS
- La portada de Sgt. Pepper: el funeral de Paul
Fuente: El País - Verne

Google se encomienda a la mujer que dijo no a Obama

La estrella de Wall Street Ruth Porat puso a raya Morgan Stanley y ahora ordenará las cuentas del buscador

Ruth Porat durante su intervención en una conferencia en 2014. / P. T. FALLON (BLOOMBERG

Wall Street pierde a su banquera estrella: Ruth Porat. La victoria es para Silicon Valley. La directora financiera de Morgan Stanley llevará las cuentas de Google, la compañía más potente en Internet. Formará así parte de una élite de mujeres en el mundo tecnológico que abanderan Meg Whitman (HP), Virginia Rometty (IBM), Safra Catz (Oracle), Marissa Mayers (Yahoo), Sheryl Sandberg (Facebook), Amy Hood (Microsoft) y Angela Ahrendts (Apple).
Se trata de una vuelta a sus raíces, como ella dice. Porat, de 57 años, se crió en California. Allí estudió en la Universidad de Stanford, la incubadora de genios que nutre el tejido de negocios que emergen en la bahía de San Francisco. Es un universo donde el dinero se mueve en masa, casi sin control, o al menos sin la vigilancia a la que iconos progresistas como Elizabeth Warren someten a la banca desde Washington.
Será en cierta medida como llevar una supervisión adulta al valle. Para eso se embolsará 70 millones de dólares (unos 65 millones de euros) entre bonus y acciones hasta 2017, además de 650.000 dólares anuales como salario. Ruth Porat es sinónimo de disciplina. Pero también es una de las mentes más creativas en el sector financiero. Empezó a trabajar para Morgan Stanley en 1987, en el departamento de fusiones y adquisiciones. De ahí pasó a ponerse al frente de las inversiones en el sector tecnológico. A su lado tenía a la reputada analista Mary Meeker, que acabó siendo la madrina de sus tres hijos.
El Gobierno de EE UU le propuso ser número dos del Tesoro Público
Juntas verificaron 750 ofertas de venta de acciones de empresas entre 1995 y 2001. Participaron en las rondas de captación de fondos que llevaron al estreno bursátil de Amazon, eBay, Netscape, Priceline y Verisign, entre las colocaciones que Morgan Stanley dirigió en aquella época.
Porat mantuvo adrede un perfil bajo. Es una trabajadora incansable, hasta el punto de que los clientes pensaban que no tenía vida privada porque siempre estaba a su disposición. Pero, sobre todo, es conocida por haber sido capaz de reinventarse y de superar las situaciones más complejas. Se sumó, por ejemplo, al banco justo antes del colapso de los mercados a finales de los 80. También sobrevivió al estallido de la burbuja tecnológica y una década después al peor colapso financiero desde la Gran Depresión.
Hace cinco años se puso al frente de las finanzas de uno de los bancos más importantes de Wall Street, en un momento en el que debía demostrar que podía ser rentable tras estar a punto de derrumbarse. Fue la encargada de poner en orden las cuentas de Morgan Stanley tras los estragos de la crisis. Además, asesoró al Departamento del Tesoro en el saneamiento de las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, y en el rescate de la aseguradora AIG.
El puesto de director financiero en un banco de inversión global como Morgan Stanley es realmente complejo. La atención es constante y sus resultados dependen de lo que hacen miles de personas en la entidad, además de ser la figura que rinde cuentas ante los inversores. En su caso tuvo que superar el listón de otras dos mujeres que reinaron en Wall Street antes que ella y que sucumbieron mientras se gestó la crisis: Erin Callan, de Lehman Brothers, y Sallie Krawcheck, de Citigroup.
Es una trabajadora infatigable que ha capeado el colapso financiero
"Ha sido toda una aventura", señalaba la propia Porat en la carta que dirigió a los empleados de Morgan Stanley, en la que destacó que lo mejor que había hecho era "restaurar la preeminencia" del banco. Para ello tuvo que limpiar el balance y quitar todos los activos de riesgo que casi lo hundieron hace seis años. Esa purga le permitió superar las estrictas pruebas de resistencia a las que somete la Fed a la banca.
Tiene un fuerte instinto de supervivencia que le llegó a batir un cáncer de mama. Le diagnosticaron la enfermedad en 2001, en pleno estallido de la burbuja tecnológica. "Es una las llamadas más horribles que uno puede recibir", comentó en un acto dedicado a la lucha contra el cáncer. Le reapareció unos años después. En todo momento trató de que la enfermedad no le afectara. El trabajo "me hizo sentir que controlaba mi vida", explicó.
Esa solidez llevó al presidente de EE UU, Barack Obama, a plantearse hace dos años la posibilidad de encomendarle el segundo cargo más alto en el Tesoro. Pero ella declinó porque no quería enfrentarse a un proceso de confirmación en el Congreso que sabía que iba a complicarse al proceder de un banco proscrito. En el pasado, fue activa en el plano político y fue una aliada clave de Hillary Clinton en la campaña de 2008.
Wall Street se lame las heridas y admite la victoria de Google al arrebatarle a Porat. No es la primera baja de la industria financiera en su pulso con las tecnológicas, aunque sí la más importante. Anthony Noto dejó en julio Goldman Sachs para llevar las cuentas de Twitter. Es lo que hizo Sarah Friar, que dejó también Goldman para el ocupar el puesto de directora financiera en Square, o James Michell, que se fue a la china Tencent Holdings.
Ruth Porat asumirá el cargo de directora financiera el próximo 26 de mayo. Curiosamente no es contable ni ejerció antes puestos relacionados con las finanzas. La economista completó sus estudios en la Universidad de Stanford con títulos de gestión por la Wharton School, de la Universidad de Pensilvania, y la London School of Economics. Hasta junio del año pasado fue vicepresidenta del Economic Club de Nueva York y actualmente es vicepresidenta del patronato de Stanford, su alma máter.
Que Google fiche ahora a Porat podría cuestionar la falta de diversidad de la que se critica Silicon Valley. Pero la realidad es que solo el 11% de los cargos ejecutivos de las tecnológicas que integran el Fortune 500 están ocupados por mujeres. En el caso de la compañía de Mountain View, el 70% de los empleados son hombres. El papel de la mujer en Wall Street es aún menor, con ninguna consejera delegada al frente de un gran banco.
Solo el 14% de los cinco cargos de dirección más importantes en una compañía del S&P 500 están ocupados por mujeres. Y únicamente 24 corporaciones que integran ese índice bursátil tienen una consejera delegada. Pero cada vez más mujeres ejecutivas con el perfil de Porat son más demandadas San Francisco y Nueva York o en cualquier otra industria porque demuestran que pueden competir.
Fuente: El País

sábado, 21 de marzo de 2015

Sin caricatura no hay democracia

El autoritarismo es un régimen político bajo el cual no es posible burlarse del poder


El atentado yihadista de Paris tuvo algo de absurdo, al menos en una primera lectura. Ello porque el objetivo de los atacantes no fue la extrema derecha islamofóbica ni el extremadamente secular Estado francés. El blanco fueron los caricaturistas de un semanario satírico por burlarse de su religión—aunque, en realidad, de todas—y de sus símbolos sagrados. Ante el terror, los parisinos salieron a la calle con lápices gigantes para expresar su solidaridad y reafirmar su derecho a la libertad de expresión. Es la asimétrica batalla del grafito contra el plomo.
Aquella masacre tuvo resonancia al otro lado del Atlántico, donde hace tiempo se viven y se debaten estos mismos temas. Tal fue el propósito del evento de Freedom House en Washington, “La caricatura en tiempos de autoritarismo”, con Rayma Suprani, Rayma, y Xavier Bonilla, Bonil, y que tuve el privilegio de moderar.
Charlie Hebdo fue punto de partida del debate, porque en América Latina también se ataca el derecho a la libertad de expresión y a la blasfemia, es decir, el derecho a la blasfemia contra el dogma de un Estado, las deidades que gobiernan y su liturgia opresiva. Es que en Venezuela, Ecuador y Argentina, por nombrar tres casos, el poder del Estado se ha usado explícitamente para silenciar caricaturistas; para quitarles el lápiz, que es su voz.
En Venezuela, ello ocurre por la fuerte concentración de los medios en manos del gobierno. En Ecuador, por la existencia de una ley de comunicación que institucionaliza la censura y un Presidente que acosa personas cada sábado por televisión con interminables improperios. En Argentina, por la intimidación del Ejecutivo, que algunos medios privados han decidido resistir. Como en Paris, el lápiz también se ha convertido en un recordatorio de derechos y libertades constitucionales.
En Clarín, Hermenegildo Sabat pintó cinta adhesiva roja sobre la boca de la Presidente, precipitando la acostumbrada agresión, a él y al medio. En El Universal, Rayma dibujó la firma de Hugo Chávez para representar la muerte de la propia salud pública, perdiendo su trabajo por blasfemar contra quien ha sido canonizado por su propio régimen. En El Universo, Bonil caricaturizó el allanamiento del domicilio de un líder social, convirtiéndose, a partir de allí, en objeto del acoso del sistema judicial, del propio Presidente Correa y de las amenazas anónimas de rigor.
Para una región que ha tenido diversos tipos de vanguardias iluminadas, no deja de ser una bocanada de aire fresco tener esta nueva vanguardia, los caricaturistas: artistas cuya única utopía es la irreverencia, el humor y la libertad. Por esta razón, sorprende a algunos tanto encono contra ellos. Desafortunadamente, el ensañamiento no tiene nada de irracional y tampoco nada de absurdo. Porque la crítica seria y elaborada, por devastadora que pueda ser, dignifica al despotismo, lo toma en serio; en última instancia lo legitima. La caricatura, en cambio, lo ridiculiza, le muestra al ciudadano quien realmente es el déspota que lo gobierna. En la caricatura, el rey (o la reina) están desnudos.
La caricatura puede ser un enemigo fatal, ya que posee el enorme poder de hacer emocionar a los ciudadanos. Es la energía de la carcajada, el poder de hacernos reír de quien tememos, nada menos. La caricatura es un espejo puesto delante de quien ejerce el poder, un espejo que por definición deforma, al acentuar los rasgos más visibles y sacarlos de proporción. La arbitrariedad, la manipulación, la mentira, la discrecionalidad y el narcisismo descontrolado se ven, así, aún más grandes de lo que son. En un sentido, Correa podría tener razón, porque la caricatura siempre exagera.
La desnudez de la caricatura busca hacer avergonzar a los déspotas. El problema es que el poder omnímodo no es capaz de sentir vergüenza ni de comulgar con el arrepentimiento, ni siquiera en privado, ni siquiera desnudo. La reacción entonces solo puede ser como es, brutal y desproporcionada, pero acabadamente racional.
Curiosamente, seguimos debatiendo si en América Latina hay democracia o autoritarismo, si alcanza con elecciones y tantas otras conversaciones estériles. Es la discusión que proponen los déspotas, precisamente, por lo cual debería ser obviada de una vez por todas. En ese espíritu, esta columna propone cerrar ese debate con una definición alternativa: el autoritarismo es un régimen político bajo el cual, ya sea de jure o de facto, no es posible burlarse del poder.
Es improbable que esta nueva definición llegue a los textos de teoría política o que motive sesudos seminarios de intelectuales. Pero tal vez sea capaz de ayudarnos a tener presente que cada vez que uno se ríe del poder, a menudo se trata de un heroico acto de resistencia a la opresión. Y esa es la gran lección que les debemos a artistas como Rayma y Bonil.
Twitter @hectorschamis
Fuente: El País

sábado, 14 de marzo de 2015

El número pi no es 3,14

Los matemáticos celebran hoy el Día de Pi, una constante conocida desde hace milenios que todavía genera fascinantes problemas, como averiguar si contiene infinitas veces el 5

Un pastel elaborado por un bloguero de EE UU el 14 de marzo de 2010. / ZANDAR

El 20 de noviembre de 2005, mientras una patera con 10 personas a bordo desaparecía frente a las costas de Cádiz, mientras una tormenta tropical dejaba 11 muertos en Honduras, mientras el tenista suizo Roger Federer perdía su primer partido tras ganar 24 finales consecutivas, el chino Chao Lu recitaba números sin parar. Durante 24 horas y cuatro minutos, grabado por 26 cámaras y con decenas de testigos de la Universidad de Agricultura y Ciencias Forestales del Noroeste, en la provincia china de Shaanxi, Chao Lu cantó de memoria 67.890 decimales del número pi. Su hazaña fue certificada por el Libro Guinness de los records. No falló ni uno.
“Cuando alguien escribe que pi es igual a 3,14 me lloran los ojos”, confiesa el matemático Javier Cilleruelo, asombrado por los enigmas milenarios que oculta el número. Pi no es 3,14, como aprendimos en el colegio. Ni siquiera es 3,141592653, la cifra que hace que esta mañana se celebre el Día de Pi por representar, según la notación anglosajona, del mes 3, el día 14, del año 15, a las 9 horas, 26 minutos y 53 segundos. Y pi tampoco es el larguísimo número que memorizó Chau Lao. “Pi es la razón entre el perímetro de una circunferencia y su diámetro”, zanja Cilleruelo, miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), en Madrid. Pi, por lo tanto, es eterno.
En internet, es sencillo encontrar a chavales con los ojos vendados recitando de memoria los 1.000 primeros decimales del número pi. No llegan al prodigio de Chau Lo, pero tienen mérito. “Pi es un número irracional. No sigue ningún patrón y tiene un número infinito de cifras”, explica Cilleruelo. Esto significa que el número de teléfono móvil o el DNI de cualquier persona que esté leyendo esto probablemente aparecerán entre los primeros millones de decimales de pi, como se puede comprobar en varias páginas web. El teléfono móvil que publicó Wikileaks del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, por ejemplo, aparece a partir del decimal número 85.711.627.
El chino Chao Lu cantó de memoria 67.890 decimales de pi en 2005
En el colegio, los alumnos calculan cuánto tiene que medir una valla para rodear un jardín circular. Lo logran gracias a la famosa fórmula 2·π·r, en la que la r es el radio, la distancia desde la valla al centro del jardín. Bastan 39 cifras decimales para calcular la longitud de una circunferencia capaz de abarcar todo el universo conocido, con un error más pequeño que el radio de un átomo de hidrógeno. Sin embargo, los científicos no se han conformado con averiguar 39 decimales de pi.
En 2011, los ingenieros Alexander Yee, estadounidense, y Shigeru Kondo, japonés, calcularon los 10 primeros billones de decimales de pi. Su ordenador tardó casi un año en completar las operaciones y a punto estuvieron de fracasar, cuando el 11 de marzo de aquel año un terremoto y un tsunami golpearon la costa este de Japón, matando a unas 18.000 personas. La red eléctrica de medio país quedó destrozada, pero el PC que conquistaba un nuevo mundo matemático estaba conectado a otra red.
“Los que intentan averiguar más decimales no son friquis exóticos. Para llegar a billones de dígitos tienes que utilizar algoritmos ingeniosos, desarrollar nuevas matemáticas que permitirán resolver otros problemas”, señala Cilleruelo. Pi es una prueba de fuego en el mundo de la computación.
Cualquier número de teléfono móvil o DNI aparece probablemente entre los primeros millones de decimales de pi
El nacimiento de pi se pierde en la noche de los tiempos. En el Antiguo Testamento (III Reyes, 7:23), aparece una aproximación de 3: “Hizo asimismo un mar de fundición [una concha grande para meter agua], de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo, [...] y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos”. Y el matemático griego Arquímedes, célebre por haber supuestamente corrido desnudo por la calle gritando “¡Eureka!” tras resolver un problema, calculó el valor de pi como 3,14 hace unos 2.265 años. Desde entonces, el número no ha dejado de fascinar a los matemáticos. Y todavía genera problemas sin resolver.
“Si coges todos los números del listín telefónico de tu ciudad y los pones en fila, ese número larguísimo debería aparecer infinitas veces en el número pi, pero no sabemos si es cierto. Es muy difícil demostrarlo. Y el que lo demuestre se llevará una medalla Fields [el Nobel de las matemáticas]”, apunta Cilleruelo.
Ante pi, bautizado con la letra griega π en el siglo XVII, los matemáticos se sienten como los europeos en Finisterre antes del descubrimiento de América. Más allá de los 10 billones de dígitos no se sabe lo que hay. "En el primer millón de dígitos de pi, el número 5 aparece 100.359 veces. El número 6 aparece 99.598 veces. Pero no sabemos si el número 5 aparece infinitas veces en pi”, recalca el investigador del ICMAT. El 5 podría desaparecer en algún punto de la infinita ristra de dígitos de pi. O no.
“La magia de pi es que aparece en situaciones alucinantes, en los lugares más insospechados que te puedas imaginar”, sostiene Raúl Ibáñez, director del portal de divulgación científica DivulgaMAT, de la Real Sociedad Matemática Española. Ibáñez recuerda el problema de la aguja de Buffon, propuesto en 1777 por el científico francés Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon.
El número pi se puede utilizar para calcular la longitud de un río
El enunciado es sencillo. Si dibujas en el suelo líneas paralelas y coges agujas de la misma longitud que la distancia entre las rectas, la probabilidad de que lances una aguja y caiga en una de las rayas es 2 partido por pi. No hay círculos en esta historia, pero ahí está pi.
“La fórmula que calcula la probabilidad de que un grupo de personas siga con vida al cabo de un determinado número de días también implica al número pi”, añade Ibáñez con voz todavía sorprendida por las matemáticas de las empresas de seguros que aparecen en el libro Un presupuesto de paradojas, publicado en 1915 por el matemático británico Augustus De Morgan.
Ibáñez también recuerda otro ejemplo que deja los ojos como platos. Lo descubrió Hans-Henrik Stølum, geólogo de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), en 1996. El investigador calculó la relación entre el doble de la longitud total de un río y la distancia en línea recta entre su nacimiento y su desembocadura. Y la relación era de aproximadamente 3,14.
“Los matemáticos nos dedicamos a jugar con cosas como pi. Y, a veces, la tecnología avanza gracias a estos juegos”, afirma Ibáñez con una sonrisa.
Fuente: El País