LUNES 11 DE ENERO DEL 2016
El público podrá acceder a las remozadas alamedas de los Descalzos y los Bobos, y al Paseo de Aguas
Así luce la Alameda de los Bobos. Se llama así porque en la Colonia paseaban por ahí los enamorados.(Paul Vallejos / El Comercio)
La Municipalidad de Lima reabrirá hoy las alamedas de los Descalzos y los Bobos, y el Paseo de Aguas, en el Rímac, luego de que estos tres históricos lugares estuvieran en restauración desde mediados del 2014.
Así lo anunció a El Comercio Mariella Pinto Rocha, gerenta de Cultura de la comuna capitalina. Los tres lugares, por su antigüedad, han sido considerados patrimonio cultural y juntos tiene una extensión de aproximadamente 66.843 m2.
En los tres escenarios, los trabajos de recuperación incluyeron el cambio de pisos en acabado de lajas de piedra y adoquines de concreto, iluminación ornamental en todas las áreas, tratamiento del paisaje y rehabilitación del mobiliario urbano. Específicamente en la Alameda de los Descalzos, también se dio mantenimiento a las estatuas y bancas de mármol, y se recuperaron los jarrones y las bases de fierro fundido de la época virreinal.
“Este eje es uno de los patrimonios de Lima con mayor valor e historia. Con esta puesta en valor estamos dando a los vecinos limeños un nuevo espacio público”, explicó Pinto. Agregó que en el lugar se han implementado casetas de seguridad para que serenos del Rímac vigilen los alrededores. “Estamos colocando tótems [puntos de información] para que la gente conozca la historia de las alamedas, también mapas que llevan a otros destinos turísticos del Centro Histórico”, aseveró.
La ejecución del proyecto original se inició en julio del 2014 y quedó interrumpido en diciembre de ese año por falta de recursos. En abril del 2015, y tras quejas de los vecinos, la actual gestión municipal decidió retomar los trabajos.
En la década pasada, hubo tres proyectos de la comuna y del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento para recuperar la zona.
Silvia de los Ríos, especialista en Centro Histórico del Centro de Investigación, Documentación y Asesoría Poblacional, indicó a El Comercio que para que estas puestas en valor se mantengan en el tiempo deben involucrar a la población cercana. “La gente se identificará y cuidará las áreas. La comuna debe destinar recursos permanentemente para las alamedas”, añadió.
Fuente: El Comercio
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