Los investigadores hallan un sistema de corrupción “profesional” en la constructora brasileña
São Paulo
El gigante de la construcción Odebrecht, una de las mayores empresas brasileñas, tenía un departamento dedicado a pagos irregulares, según la Policía Federal de Brasil. Los responsables del caso Petrobras, que investigan una compleja trama de corrupción de la petrolera estatal y empresas contratistas, creen que altos ejecutivos del grupo Odebrecht operaban un sistema de contabilidad paralela llamado “sector de operaciones estructuradas” para pagar los sobornos. Ocho de ellos fueron detenidos esta mañana.
La Policía Federal cree que existen “indicios concretos” de que Odebrecht hizo pagos indebidos por medio de intermediarios, con el objetivo de conseguir ventajas para la empresa, y señala que varios destinatarios de los sobornos, que se pagaban en efectivo, tienen vínculos “directos o indirectos con el poder público en todas las esferas”. El expresidente del grupo, Marcelo Odebrecht, fue condenado a principios de marzo a 19 años de prisión por su implicación en la trama de corrupción de Petrobras, que investiga el juez Sérgio Moro. Los supuestos pagos del departamento dedicado a los sobornos se realizaron al menos hasta la segunda mitad de 2015, cuando Marcelo Odebretch ya estaba detenido. Los investigadores creen que el presidente cesado de la contratista consentía la corrupción.
Las investigaciones han colocado bajo sospecha obras como las del estadio del Corinthians, en São Paulo, el aeropuerto de Goiânia o el proyecto Porto Maravilha (Puerto Maravilla), la zona portuaria de Río de Janeiro, reformada para los Juegos Olímpicos programados para agosto.
Los investigados en esta etapa de la Operación Lava Jato (Lavacoches) responderán por los delitos de corrupción, evasión de divisas, organización criminal y blanqueo de activos. En total, los responsables por la fase número 26 de Lava Jato emitieron 67 órdenes de busca y captura, 28 de conducción coercitiva (obligación del investigado de declarar), 11 de prisión temporal y cuatro de prisión preventiva. La operación se realiza en los Estados de São Paulo, Río de Janeiro, Santa Catarina, Río Grande do Sul, Bahía, Piauí, Distrito Federal, Minas Gerais y Pernambuco.
Al comienzo del día, los círculos cercanos al Gobierno de Brasil vieron en tensión cómo un coche de la Policía Federal se dirigió al hotel Royal Tulip, en Brasilia, en el que se encuentra alojado el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Sin embargo, según el diario Folha de S. Paulo, el coche patrulla se fue del lugar poco después sin llevarse a nadie detenido.
Fuente: El País
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