Investigadora de dicha entidad publicó un artículo en el diario británico "The Guardian" destacando este tradicional platillo.
Para la economista del BM Leor mejor dicho, su atractivo peculiar es el modo en que, con el pretexto de compartir una comida y bebidas, las personas que organizan las polladas logran comprometer a sus amistades para que les colaboren con unas monedas a cambio de una pieza de pollo.
a Kappler el encanto de la pollada está más allá de su sabor;
En su investigación sobre cómo las personas distribuyen su dinero en países pobres como Bangladesh, República Dominicana, Kenia, Ghana y Perú, Kappler plantea a los diversos ciudadanos la siguiente situación: "Imagínate que tienes una emergencia, tienes que pagar 1,300 dólares y no tienes dinero, ¿cómo harías para conseguir ese monto en el próximo mes?"
"Una pollada", respondieron los peruanos. En Kenia, por ejemplo, los ciudadanos guardan su dinero en "chamas", grupos de ahorro similares a las conocidas "juntas", donde los participantes hacen sus contribuciones mientras el dinero va a parar mensualmente a las manos de quien más lo necesita; de esa forma solucionan sus apuros económicos.
Fuente: La República
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